Con su primera novela, Horacio en la memoria (2001) obtuvo el XXV Premio Cáceres. En 2004 comenzó su colaboración literaria con Pablo Bonell en las obras Las cosas de la muerte, Mala sangre y Un mal día para morir. Fue finalista del IX Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones con El loco de las muñecas (2008). Ese mismo año publicó Hijos de la derrota. Con La cicatriz (2009) logró el Premio Rejadorada de Novela Breve. Le siguieron: Mentiras capitales (2010), Maldita verdad (2016, Ganadora del Premio Ciudad de Santa Cruz), Hotel Lutecia (2017), Irina (2018) y La epidemia de la primavera (2018).